Dispareunia masculina
El término dispareunia– coito dificultoso o doloroso– habitualmente se relaciona con los dolores de la mujer durante la penetración. En realidad, algunos hombres padecen la misma dificultad.
La dispareunia presenta un número variado de causas subjetivas y objetivas que con frecuencia provocan la aparición de una serie de dolores psicofisiológicos más que de enfermedades.
Algunos hombres pierden el interés para realizar una penetración coital efectiva o de otro tipo, por el dolor que se presenta durante o después de dicha penetración.
El dolor se puede presentar en la zona del prepucio del pene y la bolsa escrotal, o en la anatomía interna, como la uretra del pene, la próstata o la vejiga.
¿Por qué ocurre?
Muchos hombres sufren de una extrema sensibilidad en el glande del pene, no solo cuando hay palpación, caricia o juego directo, sino también en todo tipo de retención inmediatamente después de la eyaculación. Existe una gran variación en las sensaciones dolorosas. A menudo, antes de la eyaculación es necesario retirar el pene de la vagina debido a la sensación de dolor. El glande se encuentra irritado, más que protegido por el prepucio retenido. En algunas ocasiones, a los varones no circuncisos, la irritación se produce por la pérdida de hábitos higiénicos. La acumulación de diferentes bacterias, tricomonas u hongos produce infecciones y eso puede acabar en una irritación crónica.
La fimosis (la imposibilidad de bajar la piel del prepucio, es decir, una alteración que se da en la piel que rodea al pene), es otro causante de la dispareunia masculina.
Existen tres situaciones que impiden la retracción del prepucio.
- La punta del prepucio es demasiado estrecha para pasar sobre el glande. Esto es normal en niños y adolescentes prepúberes.
- La superficie interna del prepucio se fusiona con el glande del pene. Esto es normal en niños y adolescentes, pero no en adultos.
- El frenillo del pene es demasiado corto para permitir la retracción completa del prepucio (una condición llamada frenillo breve o corto).
La fimosis patológica es rara y las causas son variadas. Algunos casos pueden surgir de balanitis (es la infección del pene, debido a la acumulación de esmegma en el espacio balanoprepucia).
El liquen escleroso y atrófico es considerado como una de las causas más importantes de la fimosis patológica. Se produce un anillo blanquecino de tejido endurecido cerca de la punta del prepucio. Este tejido sin elasticidad impide la retracción.
Otra causa de fimosis también puede surgir en los pacientes diabéticos no tratados, por infección en el prepucio.
Se cree que la causa es congénita, pero también puede ser debida a retracciones forzadas del prepucio de los bebés durante su higiene, aplicada por los padres, que crea anillos fibrosos en el prepucio y adherencias balanoprepuciales.
Cuando se diagnostica que un individuo presenta un grado de fimosis clínica suficiente para provocar procesos infecciosos crónicos y/o dolor o irritación en el coito, se aconseja la circuncisión.
También existen hombres aquejados de una verdadera hipersensibilidad del glande, que se irrita constantemente por la ropa o el contacto corporal.
La enfermedad de Peyronie, producida por induración y fibrosis del cuerpo cavernoso del pene, igualmente se manifiesta en un encorvamiento más un incremento gradual de la angulación hacia la derecha e izquierda de la línea media, que hace que el coito resulte a veces difícil y, en estados avanzados, imposible. Puede también haber dolor cuando se intenta el coito, cuando el pene crea una excesiva distensión peniana.
Estas son algunas de las causas que pueden contribuir a la disapreunia masculina. En algunas ocasiones, con una buena higiene y cuidado, las molestias tienden a disminuir y desaparecer. En otras ocasiones, sea cual sea el motivo de dolor o molestia, es necesario acudir al médico (atención primaria) u otro especialista.
Milena Marinova, Sexóloga