El sexo tiene sus raíces en la esencia natural del ser humano, en general posee iguales raíces en todos. Los modelos introducidos por la sociedad han contribuido a formar una imagen errónea, donde la deficiencia física o psíquica se iguala automáticamente a deficiencia sexual. Hay una negación del hecho sexual de las personas con discapacidad. “Como no la entiendo es más fácil negar su sexualidad que integrar, preguntar y apoyar”.

Debido al hecho que todos los humanos son sexuados, esa idea debe ser corregida y la única forma es hablar sobre ello y sobre todo escuchar a los que viven en silencio.

La consulta sexológica acompaña la persona y las familias (cuidadores) que lo requieren a comprender y construir una sexualidad placentera, elaborar conceptos y opciones sobre, ¿qué es lo que me produce placer?.

Se trabaja desde la biografía sexual de la persona, sobre la sexualidad y las vivencias en relación de las limitaciones físicas, cultivando el bienestar, el placer, la satisfacción y la plenitud con las herramientas de la diversidad.

Se gestiona el modelo coito-genital-funcional y los estereotipos que obstaculizan el disfrute de una sexualidad gratificante.